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¿Cómo refinanciar un préstamo con un mal historial de crédito?
23.04.2024
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¿Ha pedido un préstamo (o incluso varios) con un mal historial crediticio y tiene problemas para devolverlo? Hay una salida. Existe la posibilidad de refinanciar micropréstamos en otra IMF. Esto es posible y con atrasos, y con un mal historial de crédito.

Tres consejos principales para estas situaciones

Que no cunda el pánico

En el peor de los casos, sólo pagarás de más un cierto porcentaje del coste del préstamo. La deuda no crecerá indefinidamente: así lo estipula la ley.

No intente engañar al sistema

Lo peor que puedes hacer es engañar a la IMF en la solicitud. Es un camino directo a la lista negra. Sí, las IMF no comprueban a fondo a los prestatarios, como hace un banco, pero la comprobación seguirá ahí. Ven su carga crediticia y pueden tener bases comunes con otras IMF.

Evitar nuevo impago

A veces quieres dejarlo todo y olvidarte de tu deuda. No cedas a la debilidad. Intenta pagar tu préstamo a tiempo para no aumentar la cantidad que debes. Aunque sea difícil o parezca inútil.

Tus nuevos prestamistas también evaluarán cómo te sientes con respecto a las deudas atrasadas. Una cosa es retrasarse un par de días y otra retrasarse sistemáticamente.

Lo que hay que saber sobre la refinanciación de préstamos

La forma más favorable de refinanciar un préstamo es con un crédito al consumo. Por desgracia, con un mal historial crediticio, las posibilidades de conseguir uno son escasas. Sin embargo, si no tienes deudas pendientes en préstamos y créditos, merece la pena intentarlo. Puede que no le concedan un préstamo, pero le ofrecerán una tarjeta de crédito: el tipo de interés de ésta seguirá siendo muchas veces más favorable que el del préstamo.

Si los productos de crédito no están disponibles, puedes solicitar un nuevo préstamo por el mismo importe, pero con condiciones más convenientes: un tipo más bajo o un plazo más largo. Las IMF son más fieles a los prestatarios y no suelen fijarse en el historial crediticio, la presencia de otros préstamos e incluso las deudas (si no les afectan directamente).

Los anuncios pueden prometer una refinanciación favorable de los microcréditos sin denegación, pero en realidad esto no ocurre: se puede obtener una denegación incluso con un buen historial crediticio.

Qué dificultades pueden surgir

  1. Es poco probable que las condiciones mejoren

El aumento de la demanda hace subir el precio: es una ley del mercado. Para resolver el problema más rápidamente, tendrás que solicitarlo activamente a bancos e IMF.El aumento de las consultas afectará a su historial crediticio. Una vez evaluada la situación, los prestamistas subirán los tipos para ganar más contigo.

Ningún prestamista quiere prestar dinero sin beneficiarse a sí mismo.Así que, o una investigación exhaustiva o tasas de interés elevadas: elige lo que más te convenga.

  1. Existe el riesgo de empeorar su situación

En primer lugar, evalúa tus posibilidades. Si no analizas tu situación de antemano, puedes presentar muchas solicitudes a ciegas y recibir muchos rechazos. Los rechazos también aparecerán en su historial de crédito. Con cada rechazo, tu puntuación bajará y tus posibilidades de conseguir una refinanciación serán aún menores.

  1. La morosidad lo arruinará todo

Si no encuentras el dinero a tiempo, se producirán retrasos en los pagos, y será aún más difícil conseguir una refinanciación de préstamos con morosidad.

Los viejos problemas en tu historial crediticio que arruinan tu calificación no son tan malos como una nueva morosidad.

Cómo manejar correctamente la situación

Aplicar sólo a las IMF y los bancos más leales

Sea coherente y cuidadoso. Elija de 1 a 3 opciones con buenas críticas y la mayor probabilidad de aprobación. Presente su solicitud en línea.

No te conformes con malas condiciones

Si las condiciones de refinanciación no simplifican su situación financiera, sino que sólo posponen la crisis, no tiene sentido solicitarla. Desde el punto de vista de la calificación crediticia, es mejor tener un mal préstamo que dos.

Elige una refinanciación con condiciones que te resulten cómodas (por ejemplo, con transferencia a una tarjeta, sin aval y devolución a distancia). Sólo pide dinero prestado si estás seguro de que esta vez podrás hacer frente a la devolución.

Ten un plan B

Cuando se acerque la fecha de vencimiento, no dediques toda tu energía a buscar una refinanciación. Busca otras soluciones que te respalden en caso de que fracases. Por ejemplo, puedes pedir dinero prestado a unos amigos para el siguiente plazo o ponerte en contacto con una IMF y acordar una reprogramación por adelantado.